El retoque de fotografías: cuándo comenzó a utilizarse

Una de las técnicas más utilizadas en lo que se refiere a la impresión de cualquier tipo de formato es el retoque de fotografías. Para saber sobre sus inicios, hay que remontarse a mucho tiempo atrás, en donde las artes gráficas como por ejemplo los grabados estaban íntimamente relacionados con las fotografías. Estas disciplinas se fueron integrando mutuamente hasta llegar al día de hoy en donde contamos con la impresión y la fotografía digital.

Los primeros retoques que recibió una fotografía fue por parte de W. Henry Fox en el año 41 en el siglo XIX. Cuando lo hizo, lo registró con una patente especial llamada calotipo. Por ese motivo es que se considera el primer proceso fotográfico en el que se utilizaba un solo negativo a partir del cual se podían conseguir muchas copias de la fotografía.

A partir de allí, apareció otro ilustre llamado Calvert Richard que hizo el primer retoque real de fotografías. Era un retrato de cinco frailes que se encontraban en un edificio de Malta. Calvert lo que hizo fue desaparecer una de las figuras con la ayuda de tinta china. De esa forma, el espacio que ocupaba uno de los frailes pasó a ser un cielo blanco.

Otro de los procesos que se vivió más adelante, fue el colodión húmedo, el cual el fotógrafo cubría con una placa de vidrio con una sustancia que se llama colodión con el fin de obtener el negativo. Después, le ponía nitrato de plata y así hacía que fuera fotosensible antes de colocarlo en la cámara. Esos negativos se revelaban de inmediato por lo que era difícil poder retocar dicha fotografía

Pero no fue realmente hasta que comenzaron a modificar los grabados que podríamos decir que el retoque de fotografías se hizo patente. Para ello hicieron uso de un bisturí en donde se ponían a experimentar con distintos grabados. También era frecuente ver al fotógrafo con un cuchillo en donde por ejemplo, lo que hacía era reducir la cintura de una mujer en al fotografía. Después de estos retoques, se hacía uso de un lápiz de grafito duro o un pincel con acuarela o tinta para oscurecer dichas zonas.

Hoy en día, sabemos que existen programas digitales especiales como por ejemplo photoshop que nos ayudan al retoque de fotografías previo a realizar su impresión en un material en concreto.