Puede que te haya pasado más de una vez que cuando vas a imprimir algo se te consulte sobre cuál es la resolución del material que tienes. Esto genera muchas dudas en general, pues hay una confusión real sobre qué es la resolución y a qué nos referimos cuando hablamos de ello.
La resolución de impresión es el nivel de detalle que tiene una imagen cuando ésta se imprime. El hecho de que tenga una buena resolución, implica que se van a ver más detalles.
Generalmente, la resolución la medimos con puntos por pulgadas o DPI o PPP dependiendo de cada plataforma que se utilice para la impresión. Cuanto más sea el número de puntos que son parte de la imagen, mayor será su resolución y por ende la calidad de impresión y nitidez en sí mismo.
Además de ello, cuando una imagen tiene la resolución adecuada se reducen las pérdidas si se quiere modificar el tamaño de la misma. Por ese motivo es que los profesionales de las imprentas, cuando vayas a imprimir algo te van a insistir sobre la resolución para imprimir.
La resolución estándar es de 300 puntos por pulgadas, es decir de 300 dpi. Cuando se tiene una resolución menor a esa, lo que sucede es que habrá algún que otro problema pues se puede llegar a dañar bastante la calidad de la imagen.
Por eso es que para elegir la resolución para imprimir, de lo que se trata es de ver cuál es la resolución más baja en la cual nuestra imagen no llega a perder toda la nitidez del mundo y se sigue considerando como una resolución aceptable para ello.
En Retmar somos expertos en impresión y contamos con máquinas de última generación para realizar todo tipo de trabajos. Podremos aconsejarte sobre cuál es la mejor resolución para imprimir y cuándo será necesario buscar otra solución para que se mantenga la calidad y nitidez, sin importar el tamaño en el que desees que se haga la impresión.
Por último, aclarar que la resolución no es una medida, es decir no es un tamaño sino que se refiere principalmente a la densidad de píxeles, por ese motivo es que una imagen con el máximo de resolución brinda la posibilidad de cambiar el tamaño de impresión ya sea reduciendo o ampliando el mismo.